
"Él hombre no puede conseguir algo sin entregar algo a cambio. Para crear alguna cosa debes pagar con otra del mismo valor. Es la ley de equivalencia de intercambio"; asi empieza una de las mejores series de anime que he visto y podria hablar horas y horas de argumentos adaptados a mi vida y podria contar un y mil historias. Pero entre todas, me es inevitable creer por lo menos hasta hace poco, en esta ley.
Para sustentar por que creia en esta ley o mas bien como empeze a creer, invocare a la China y lo que vivi hace casi ya diez años. Pondre las canciones de Fito Paez para poder recordar con certeza como empezo todo.
Al mirar atras, en el 98 - 99 aun tenia una nube gris en la cabeza, la cual no se ha alejado mucho de mi, mi madre insistia en compararme con un pariente de mi edad, era algo que me tenia fuera de foco, si el bendito estudiaba yo tambien tenia que hacerlo, ademas era parte de mi formacion universitaria, ya que en uno de mis antojos no se me habia dado el gusto de estudiar el ingles durante el colegio, queria hacerlo durante la universidad, hasta habia escogido en donde estudiarlo, solo para cerrar el asunto de la compracion, esta termino cuando se entero que el chico tenia leusemia, ella nunca mas volvio a decir algo.
Asi que en el segundo año de la universidad y con un pesar de no haber estudiado ingles en el colegio; me meti de cabeza a estudiar en paralelo durante tres años el ingles. Debo decir que si bien es cierto en un algun punto si tome con seriedad el curso, por que al final aprendi y hasta el lujo de enseñar me di; con el tiempo termine viendolo como una distraccion ademas de empezar a engañarme que tenia facilidad para los idiomas. En ese Instituto pasarian muchas cosas de las cuales casi siempre recuerdo dos, cada una tiene nombre.
La china la encontre si mal no recuerdo, sentada frente a mi durante el segundo año, una chica que estudiaba para ser aeromoza y que se veia en la obligacion de estudiar ingles como parte de su curricula profesional, lo curioso es que durante los tres meses que me toco estudiar con ella nunca me acerque, como aquel niño que recien empieza a divertirse cuando se tiene que ir de la fiesta, tuve un arranque de confianza y termine diciendole "hola" en la ultima semana que estudiaria con ella, el profesor la jalaria de curso por faltas consecutivas.
Me acuerdo que en un arranque de valentia al ver que la chica se iba le dije: "pero quedate por favor" a lo que ella solo esbozo una sonrisa tierna, seguro me veria desesperado luego al pensarlo llegue alegre a mi casa creyendo que habia hecho un acto de caballerosidad peculiar. Como es evidente la china dejo de estudiar, le pedi su numero de telefono, y ahi supongo que quedaria todo si no hubiese sido que empeze a caer enamorado de su voz y de las largas conversaciones de la cuales no recuerdo nada. Lo que si recuerdo es un hecho que quiza para mi fue el que me hizo ver hasta donde llegaria mi deseo de verla.
Pasado un par de meses, ella empezo a trabajar en el colegio de arquitectos de Lima como secretaria o recepcionista, para ese tiempo no conocia ni la menor manera ni forma de llegar se me metio en la cabeza ir a recogerla, cabe añadir que como estudiaba no tenia ni dinero ni nada, solo era mi idea de verla nada mas, fue asi que durante dos semanas estube averiguando donde quedaba como llegaria y tambien que le diria llegado al sitio. Entonces me acuerdo claramente que por cosas del destino de mi facultad me llegue a enterar que estaba a 20 min en microbus; asi es pues me decidi un dia ir, recuerdo que debio haber sido en primavera por que llevaba puesto un polo blanco y una camisa manga corta celeste encima, de drill, es un detalle que no se debe perder.
Ese dia tuve el arranque de irme, sabia que terminaria camino a verla, pero no sabia que dia, en mi opinion tenia que ser de forma natural, no un mar tormentoso si no mas bien un rio encauzado, el dia que me subi al microbus era una tarde a eso de las 5 pm, terminando un largo dia de clase, haria la del pionero solo tenia que llegar a la sede del Canal 2 y al frente estaria la China segun yo, esperandome con los brazos abiertos. Cuando revise mis bolsillos ya durante el viaje, me alcanzaba lo suficiente para pagarle su pasaje e invitarle algo, puedo decir que durante el recorrido me llegaron un monton de sentimientos de valentia y de nerviosismo al mismo tiempo. Y todo estubo bien hasta que me toco bajar del microbus.

Pero el asunto no acaba ahi, aun tenia que llegar a mi meta, asi que acomode lo que se convertiria en mi capa, ya no era un estudiante de ingenieria sin dinero, en ese momento volvi a ser el principe azul, cruze rapidamente la calle estaba a pocos pasos de verla. No sabia como entrar, pregunte al portero si ella se encontraba adentro y lo que me dijo me dejo con la rostro frio.
Me di la media vuelta, con la ilusion rota no tenia la menor idea de donde estaba, solo atine a preguntar a una persona que pasaba por ahi, por una avenida conocida. Camine 8 cuadras con el atardecer delante mio, como si fuese una de esas memorables escenas de Candy con el corazon roto.
Subi al microbus ya era casi de noche y si bien al inicio me fui renegando y molesto culpandola por lo que habia pasado; al final me empeze a reir solo mientras que los otros pasajeros me miraban con extrañeza. Ese dia ella nunca estubo ahi, habia renunciado el dia anterior.
De como termino la historia de la China y que fue de su vida ahora es otra historia que ahora me veo en la obligacion de contar para demostrar que el mundo da vueltas, seguro lo hare pronto.