Había una vez un gato atigrado. El gato murió un millón de veces y renació otro millón de veces, tuvo varios dueños pero no quería a ninguno. El gato no le temía a la muerte. Un día el gato fue liberado, era un gato callejero. Él conoció a una gata blanca y los dos gatos vivieron felices juntos. Los años pasaron y la gata se murió de vieja. El gato lloró un millón de veces y después murió. No volvió a revivir..tienes la bienvenida a una parte de mi vida.

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domingo, 23 de junio de 2019

Gurenge

Recientemente por cosas de actualidad me vi teniendo un recuerdo de una época olvidada, en un momento estoy en el segundo año de la universidad frustrado por no haber elegido un camino diferente que me iba a tomar un año, por otro lado estoy con la idea de iniciar el Ingles por que como buen visionario espere estar en la universidad para recién estudiar los tres años en forma paralela, hasta el momento estoy siempre en competencia con similares míos que hacen lo mismo y lo hacen mucho mejor, aun no lo sé, pero meterme al curso para aprender un nuevo idioma me abrirá mucho el pensamiento, encontrare nuevas amistades y principalmente me ayudara a relajarme de la universidad, nunca me reiré tanto como en esa hora diaria al empezar la jornada. También me enamorare un par de veces accidentadamente como siempre lo que me dará material de historias, caminar y reflexionar de no traducir si no entender la idea, de pensar en otro idioma eso me ayudara en parte a la afición que tendré y aún tengo hasta ahora que es el Anime enfocado en la música, pero me ayudara a abrir un poco la visión oriental de las cosas.

Por ese tiempo hare cinco años de universidad, en forma express, cada vez que la institución pueda me hará recordar lo burocrático y deficiente que es el estado en la parte de la educación lo que me hará prepararme estudiando en más cosas con el afán de especializarme y ser competente en el mercado, me dará pereza salir y viajar hasta el otro lado de la ciudad para estar con mis amigos, tradición que me acompaña hasta ahora hace poco no fui al cumple de mi jefe amigo porque me toco estudiar y también porque estaba lejos, no tenía un centavo porque había apostado todo mi dinero en seguir un nuevo curso y tuve que decirle que estaba triste y depre para que deje de insistirme que vaya para pasar un rato tomando alcohol. Una semana después fuimos a almorzar y le conté lo que aparentemente pasaba, buena persona y le tengo una admiración y una envidia sana, no puedo ser más que grato con aquellos que me dieron la mano.

Como en la secundaria estaba apurado en irme porque no me sentía cómodo, mas en el colegio que en la universidad, inclusive mal que bien le tengo algo de cariño a la facultad, aún recuerdo el sabor de la sal en el ambiente de un edificio cercano al acantilado a un paso del océano y las ganas de salir corriendo en la noche, por lo oscuro y callado que era y sigue siendo la zona. Buenas historias que seguro contare más adelante. Debo precisar que no me apesta el colegio pero imagino que los caminos me hicieron alejarme, además me asegure de irme con las ganas de no regresar nunca más irónicamente aun paso cerca del centro educativo y si bien cambio mucho, aun me trae un recuerdo vago de lo apurado que estaba por irme de ahí. Y así fue como una serie de ese momento me trajeron recuerdos de como pasaba mis días, no me voy sin antes disculparme por el post anterior que debo reconocer no tiene mucha conexión, pero me gusta así, en ese momento estaba a punto de pelearme con el mundo pero trate de sacarle algo de provecho en todo lo que pasaba por mi cabeza en un segundo de reflexión.

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