Había una vez un gato atigrado. El gato murió un millón de veces y renació otro millón de veces, tuvo varios dueños pero no quería a ninguno. El gato no le temía a la muerte. Un día el gato fue liberado, era un gato callejero. Él conoció a una gata blanca y los dos gatos vivieron felices juntos. Los años pasaron y la gata se murió de vieja. El gato lloró un millón de veces y después murió. No volvió a revivir..tienes la bienvenida a una parte de mi vida.

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domingo, 7 de marzo de 2021

Azulado

 

Durante estas semanas estuve un poco de cerca viendo como afectaba el virus a diferentes tipos de personas, es complicado ver como ataca mas a los mayores, siendo los jóvenes que en su mayoría tienen mayor posibilidad de superarlo algunos con secuelas de diferente rango, inclusive con las diferentes variables del virus; no sin antes decir que también influye mucho el organismo de cada persona que reacciona de forma diferente. Como contaba en esta segunda ola volví a tener gente cercana a mí que se veía afectada por el virus de alguna manera, en algunos casos donde considere que hacia falta ayuda estuve cerca tratando de ayudar, en otros estuve pendiente de las comunicaciones, al final del día como siempre hay este pensamiento que puede sonar como egoísta de pensar que afortunado es uno de no tener el virus en estas condiciones tan adversas, quizá sea el instinto de conservación.

Como es evidente no todos pudieron superar el virus, aquellos que no pudieron se convirtieron en recuerdos presentes de un momento que estará por mucho tiempo en las mentes de la población y que espero pase mucho antes que se vuelva repetir, aquellos que lo superaron en su mayoría de los casos cambiaron, note un cambio significativo interno como consecuencia de lo que habían vivido, para pocos considero solo un cambio es sus hábitos, pero para la mayoría ocasiono un cambio interno, una forma diferente de ver la vida, a veces ese tipo de eventos producen eso cambios que son para algunos traumáticos y para otros algo constructivo.



Solo el tiempo determinara si cambiamos para mejor, en lo personal me plantee o reconfirme que había que vivir la vida que es más frágil de lo que parece, es curioso que el virus se llevo a muchos de aquellos que se confiaron o se creían intocables, la naturaleza es agresiva y es muy probable que solo sea una respuesta a como tratamos en planeta, quizá espero, sea un punto de inicio para entrar en armonía con la naturaleza, esto coincide con la tratar de encontrar una explicación más de allá de la obvia de porque ocurrió esto y cuyas respuestas van desde complejas conspiraciones del orden mundial hasta un castigo divino.

Finalmente, una causa hay, quizá tome tiempo saberla, pero en post de encontrar una cura definitiva saldrá algo a la luz, es cierto que estamos aquí y es importante saber que se hace, lo que para muchos parecía común se volvió importante, quizá una de las lecciones que deja todo esto es valorar lo que tenemos empezando por el interior de cada uno.

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