Había una vez un gato atigrado. El gato murió un millón de veces y renació otro millón de veces, tuvo varios dueños pero no quería a ninguno. El gato no le temía a la muerte. Un día el gato fue liberado, era un gato callejero. Él conoció a una gata blanca y los dos gatos vivieron felices juntos. Los años pasaron y la gata se murió de vieja. El gato lloró un millón de veces y después murió. No volvió a revivir..tienes la bienvenida a una parte de mi vida.

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sábado, 15 de septiembre de 2018

Peliculas y Libros

Me pondré oscuro ahora, hace un par de semanas mientras hacía unos cálculos sobre el espacio necesario para guardar una colección llegue a un punto medio entre tonto, irónico y reflexivo para que se me entienda un poco y ahora que estoy en mi fase de ordenado diré algunos datos para al final plantear la idea que comparto ahora.

Como ya dije un par de veces, durante mucho tiempo estuvo comprando películas las cuales estuve acumulando, no es una novedad que me gusten los pelis, tenía y aún tengo esa costumbre de empezar mi sábado viendo una serie o una peli y ahora quizá ha variado un poco porque estoy con esto del Netflix, pero ciertamente habían momentos que luego de ver una peli reflexionaba y eso me daba pie para escribir, algunas veces como que iluminaba el camino o me aclaraba algunas ideas que quería plasmar, otras veces era la forma narrativa o algún hecho en específico relacionado con la historia; así también junte una considerable cantidad de series de anime, a las cuales les tengo mucho cariño ahora veo muy poco pero mi afición por ver series fue poco a poco decayendo o quizá la falta de tiempo u otros factores. Entonces llego un momento en que adquirí un mueble solo para apilar la cantidad de pelis que tenía, una buena cantidad.

Hace como tres años me dije que no leía casi nada, quizá un libro o dos al año más allá de lo necesario para mi trabajo y cosas técnicas pero nada de distracción así que empecé poco a poco a juntar comics para leer, técnicamente dos colecciones de libros pero de comics que quería leer pero que nunca tuve el tiempo de hacerlo, que poco a poco se convirtieron en una necesidad de espacio; por un lapso estuve acomodando las cosas por un lado y otro, pero llego un momento en que eventualmente alcanzaría en magnitud a las pelis, hay algunos que están aun en su plástico de embalaje y otros si los he leído, era algo me debía y que quería hacer.

Un día en la mañana levante la cabeza y quede mirando el mueble la salida era fácil, hacer una limpieza de pelis y adecuar el espacio para los libros y ahí empezó todo. En la tarde le comentaba a L esta idea, que por mucho tiempo me dedique a coleccionar lo que algunas personas dirían juguetes, pelis, anime, comics y entonces me dije para que tanta cosa?, ciertamente me distrae, pero mientras seleccionaba las pelis y los animes no pude evitar sentir un vacío en mi ser, hasta ahora no encontré a alguien que tenga esta pasión por lo que hago, quizá lo más cercano fue algo de tolerancia con lo que muchos llamarían excentricidades de soltero y no hablemos de las guitarras que ciertamente me las cuestionaron y con las cuales discutí mucho con un par de amigas; pero mientras pasaba el día la idea seguía fuerte todo eso a dónde va? a dónde irá? le decía a L que si quería le regalaba los animes, que por cierto estaría mas que gustosa en recibirlos, pero digamos que la situación de ella por ahora es un poco delicada y sus prioridades son otras. Así que organice todo, regale casi la mitad de lo que tenía sin tener la seguridad que esas personas cuidarían o de alguna manera les cambiaría la vida como de alguna manera me afecto a mí, queda si aun en mi mente la sensación de vacío, de no saber que pasara cuando tenga que dejar ir lo que quizá en mi confundida mente es lo que más atesoro.

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