Había una vez un gato atigrado. El gato murió un millón de veces y renació otro millón de veces, tuvo varios dueños pero no quería a ninguno. El gato no le temía a la muerte. Un día el gato fue liberado, era un gato callejero. Él conoció a una gata blanca y los dos gatos vivieron felices juntos. Los años pasaron y la gata se murió de vieja. El gato lloró un millón de veces y después murió. No volvió a revivir..tienes la bienvenida a una parte de mi vida.

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sábado, 7 de marzo de 2020

Corcovado


El lunes me corte, un leve corte en el pulgar de la mano izquierda, como consecuencia no pude tocar la guitarra hasta el día de hoy con algo de recelo, el día de ayer intente tocar pero la mezcla de pequeñas pulsaciones y latidos me hacían sospechar que la herida no podría cicatrizar bien o peor aún se abriría; fue complicado estar sin tocar en medio también estaba esta idea de tener algo así como vacaciones y no poder hacer mis cosas, cosas usuales y comunes se volvieron por un momento complejas de hacer, como amarrarse los zapatos o abrocharse la camisa, acciones que me tomaban segundos ahora con mucha paciencia eran largos minutos.

Y aun ahora, escribo con algo mas de confianza de rato en rato veo si todo va bien, como es obvio siento las manos pesadas es el recibimiento que te da la guitarra por haber dejado de practicar, sin embargo, muy bien valió la pena la reconexión con la música, inclusive ahora siento las manos torpes tomara un par de días volver a acostumbrarse, teniendo cuidado claro de no topar el dedo que mientras más lo cuido más de golpea.

A veces las cosas son así, por más atención que le pongo a algo para que vayan las cosas bien de la manera correcta la situación se complica volviéndose tensa y difícil sin embargo si no le tomo atención y dejo que las cosas pasen por sus propias posibilidades terminan pasando como uno quiere; no es una ley, pero me sucede a menudo, el detalle es saber cuándo aplicar presión y cuando dejar las cosas libres. Es lo mismo ahora mientras tocaba ciertos acordes deliberadamente media la presión sobre las cuerdas, con el cuidado de no sobre esforzar el dedo que estaba afectado y así poco, de menos a más. 

Ese día en la noche mientras hacia mi drama nivel perderé el brazo completo sin querer empecé a recordar, basto solo un pequeño momento para disparar una serie de acciones que concluyeron en una llamada al día siguiente, más allá de lo que lo paso y sobre que pasaron los hechos previamente descritos fue un acto de liberación indirecto, uno nunca esta preparado para cosas que son parte de la vida y no es lo mismo verlo desde fuera que vivirlo; al día siguiente comentaba este hecho y la conclusión fue que se había hecho lo correcto, quizá suene tonto pero después de eso me quite un gran peso de encima; quisiera hablar mas de este tema pero considero que es una de las pocas que es demasiado personales quizá algún días mas adelante.

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