Me tuviste hinchado por mucho tiempo y querías
que escribiera de ti, pues aquí vamos para esto empezare retrocediendo unos
meses atrás, de hecho te advierto que tratare de que te pierdas en los
detalles.
Ella vive en su propio mundo, quizá eso es todo
lo que debería escribir y no abrir esa puerta del cual con todas las advertencias
hechas me siento tentado a ver que hay detrás, con toda las ganas de vivir me
cuenta que estuvo en España por cerca de dos años, en todo este tiempo quise
estar en contacto contigo, me susurra mientras escucho con la natural
desconfianza de siempre, es un día de semana y mi cabeza está en que tengo que
hacer otras cosas el día siguiente, temo preguntar algo, la última vez que
pregunte, las cosas terminaron mucho peor tanto que ella sabe que no perderé la
oportunidad de darle su vuelto; con paciencia espero el momento para hacer un
resumen actuado de lo que paso en todo este tiempo, mientras me cuenta que está
preocupada. Ahora forma parte de este movimiento de liberación animal, aun se
viste de negro, recuerdo que antes de irse me llevo a comer a un restaurante
vegano para terminar dos horas después comiendo una hamburguesa a dos cuadras
de los que hacían protesta sobre el consumo animal y que tiempo después ya en
Europa formaría parte haciendo, como ella diría, locuras.
La verdad es que no le creo un carajo, pero se
esfuerza en mostrarme que no fue así y tampoco tuvo la intención, que todo fue
la suma de muchas malas elecciones y que quizá solo fue una víctima de mayores
intenciones de las que ella solo era solo una consecuencia arbitraria, pero el
tiempo paso y con parte de su familia acá y parte de su familia allá se le hace
complicado compartir su vida, solo toma lo que aparece en el momento y el
momento la llevo por muchos caminos, algunos súper oscuros y otros quizá
gratificantes, fui testigo de algunos, seguro que si solo ves las cosas por
encima puede parecer increíble tal estilo de vida, pero cuando miras por debajo
de la cama y encuentras demasiadas cosas que están por salir en cualquier
momento.
La primera vez cuando la acompañaba en sus
periplos por Lima, del cual era casi arrastrado por que me resistía a dejar mi apacible
rutina siempre le dejaba en claro que iba obligado, pero iba porque aun en ese
tiempo le tenía algo de cariño; no planeo nada ese es mi lema y cada cuanto
suelta esa frase para que alguien se sienta deslumbrado al inicio no te mentiré
me sentí tentado a seguirle el paso, pero era demasiado. Además ahora con más
sentido trato de planificar mis cosas entenderás que ese quizá fue el problema
demasiadas diferencias.
La última vez, no sabía que hacer esperando que
los demás tomen decisiones por ella, de una realidad casi infantil decidió
abandonar todo e irse al otro lado, durante el primer año por cosas
circunstanciales tenia contacto con un familiar de ella, esos arranques de
locura habían llevado casi a la ruina a la familia, el costo financiero, moral
y sentimental había hecho que decidan que lo mejor para muchos era que se quede
allá, este es el típico movimiento de la sociedad de esta ciudad que prefiere
exiliar a sus integrantes que ya son imposibles de exhibir con sus iguales, obviamente
ella no lo sabía pero había llegado el momento de regresar por un tema legal, además
tenía que ver a la mitad de su familia que aún estaba aquí que crecía cada día
mas y que como sabrás cada día mas se parecía mas a ella, cosa que era el temor
de todos los conocidos incluyéndome. Pero es cierto que cuando regreso lo
primero que hice es sacar mi canchita (pop-corn) elegir un sitio panorámico,
sentarme y observar todos los destrozos, lo que serviría para contar lo que
ahora escribo.
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