Las losetas del piso están frías, es una tarde de
hace muchos años y claramente aún recuerdo el frio que me trasmite, mientras
juego con un carrito, ese recuerdo no pasaría de ser algo anecdótico, pero me
conecta con muchas cosas es una tarde y no hay nadie en el pasillo, no soy de
salir a la calle, aun así me quedo inventando nuevas cosas con mis bloques, sin
embargo es el frio lo que me conecta; esta semana me disparo el recuerdo
mientras sentía la misma sensación sentado sobre un muro, es la tarde y junto
con un compañero esperamos a una persona que puede, de alguna manera, alterar
el destino del siguiente año.
Pasaran un par de horas pero la sensación es la
misma, el frio pasa por encima de la tela del pantalón, mientras observo que mi
compañero me conversa acerca del trabajo, solo asiento con la cabeza en modo automático,
estoy recordando todo lo posible sin perder detalle alguno por un rato me quedo
solo, me pongo los audífonos, veo la hora y solo pienso en tener algo de
paciencia y seguir esperando. En el otro lado estoy recogiendo mis piezas
sobrantes pronto oscurecerá y espesaran a pasar las demás personas que viven en
la casa, además toca alistar las cosas para el día siguiente y cenar seguro se
prendera la tele de la sala y la charla de como fue el día de dos profesores
llenara el comedor por un momento.
Demoraremos una hora más en esperar la noticia, pero
ya estoy regresando a casa y sigo con los audífonos, poco o nada se dijo del
otro año, es diciembre y pocas cosas se hacen en este mes. Hace un año estaba
pensando en viajar y al mismo tiempo había apostado todo a una ficha en este
momento podría decir que fue lo más importante meterse de lleno en una sola
aventura, pero la verdad es que había una segunda ficha. Irónicamente todo el
esfuerzo que se puso en la primera oportunidad quedo bien, pero me desgasto
demasiado me tomaría unos meses recuperarme. Ahora nuevamente me llevo el juego
a encontrar una nueva aventura, cuando la cuento me dicen que tengo suerte,
pero no fue suerte, fue mucha paciencia y determinación y aun así se puede caer
en cualquier momento, ciertamente uno aprende de los fracasos, este mes fue así
no había mucho tiempo de preparación, hubieron momentos que sobre el camino se
tuvo que responder y estoy agradecido de que todo salió bien.
Pero no me siento tranquilo, aun busco más cosas,
sin embargo siento que el tiempo pasa y hay días que me persigue con la misma obsesión
con la que camino. Ese día nuevamente sentiría el frio de la losetas en mis
pies, en casa, mientras me visto con ropa mas cómoda, bajo a conversar no
sin antes mirar el calendario y abrir una vieja caja de juguetes que aún tienen
algunos bloques que también sintieron el frio hace mucho tiempo.
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