Despierta en una tierra extraña, siendo las tres
de las mañana en dos horas tiene que salir a trabajar, desde la ventana del
cuarto donde duerme, puede ver el aeropuerto, que le hace recordar algo de su
tierra, a su costado duerme alguien que es una especie de carga positiva y negativa
al mismo tiempo, en una hora se levantara y preparara su desayuno, no sin antes
bañarse, cuando entra al baño y cae la primera gota del agua fría tiene el
primer recuerdo de extrañar la segunda llave la que al moverla sale el agua
caliente.
Hace un año, exactamente ese mismo día, tiene que
levantarse temprano, es la graduación la consecuencia de una carrera técnica
profesional, un modismo extraño que la hace sentir mejor pero que poco o nada
le servirá, en una extraña tierra en donde no comparten las mismas tradiciones
y costumbres, ese día tiene que irse de todos lados, empezara un largo viaje de
cinco días, con aquella persona que unos meses atrás la convenció que
posiblemente esta era la mejor oportunidad de tener algo de comida caliente en
la boca, tiempo después ella diría que fue la mezcla de ímpetu propio de la
edad y de aventura la que la hizo subir al primer bus que recorrerá hasta la
frontera. Atrás se quedan los días de bañarse con agua caliente y de la casa
familiar. Es un beneficio cuenta ella, cuando relata la historia, era su
momento de ver si la pareja funcionaria como tal frente a tal desafío; hasta
ahora no hay mucha queja mientras sonríe a lo lejos, es una sonrisa de
esperanza pero debajo de ella hay tristeza.
Por otro lado la tan afamada pareja es una joyita,
el clavel más bello del jardín como diría una vez su mama, criado con casi todo
lo mejor que la familia le podía dar, nunca había trabajado en su vida, además
de no saber hacer casi nada, una vez le dije que para mí solo había una ligera
diferencia entre él y un mueble de mi sala, le tomo casi un mes entender esa
referencia.
Falta poco para salir, ya con las maletas listas,
estas recorrerán casi dos países y medio para acabar meses después en un cuarto,
que tiene una ventana desde donde se puede ver el horizonte y si te concentras
un poco se puede ver a los aviones, partir a diferentes parte del mundo. Justo
antes de subir al primer bus, el cual esta atestado de compañeros que comparten
la misma esperanza, ella le dice que regresaran pero en el fondo como una vez confesaría
al cronista, fue más bien una despedida concreta y simple de no regresar pero
con la promesa de hacer una nueva vida y forjar una familia, bienvenido al Tren
del Amor le comenta a su pareja mientras se acomoda en uno de los asientos,
listos para iniciar una nueva etapa en su vida.
1 comentario:
Quizás no sepan a dónde llegarán. Pero van... Así quiero ir: sabiendo que a veces te llevas tú solo y a veces te guía el camino. Sabiendo que hay sentidos inexplicables y hermosos que te salvan de lo oscuro...
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