Es miércoles en Lima, son las 7:00 am y viajo en el
bus de costumbre hasta el centro financiero de la ciudad, pude elegir otra ruta
pero un día anterior estuve estudiando el mapa y definí un camino totalmente diferente,
mientras salía de la casa empezó nacer un llamado dentro mío, algo me llama
para llegar hasta aquí. No es un día cualquiera oficialmente es el primer día
en que Lima camina dentro del Invierno que se inaugura con una neblina y una
ligera llovizna, cuando bajo del bus no se pueden ver los edificios a media
distancia hay un ligero roció que se va posando en los hombros. Todo está
decidido abro el celular y trazo mi ruta tendré que caminar poco más de una
hora rápido porque a tres distritos me están esperando para una reunión, que
durara poco más de toda la mañana.
Mientras camino ligero y rápido se va humedeciendo
gradualmente la ropa, la llovizna esta en todo su punto y las calles están vacías
es temprano aun y la gente prefiere quedarse en cama, esperando que pase todo,
la música en los audífonos esta al máximo y camino tranquilo cruzando un parque
que tiene arena blanca para los juegos infantiles. La semana empezó bien pesada
por dejadez mía me confié y tuve que presentar una evaluación faltando poco
menos de una hora para la hora límite de presentación y las coordinaciones con
el grupo de estudio estaban poniendo al máximo mi paciencia, para sacar lo
necesario y lograr los objetivos de la semana. La madrugada del Lunes me quede
pensando hasta muy tarde que hacer para mejorar todo eso y como prevenir que no
se repitiese el mismo drama igual el lidiar con tiempos y orgullos es complejo.
Sigo caminando y ya estoy en la parte en donde se
encuentra la Lima vieja y al mismo tiempo reciente, casas antiguas se
intercalan con nuevos edificios multifamiliares, la gente empieza a salir para
empezar su día laboral, los escolares traen el pan dela bodega para el
desayuno, camino una cuadra a la izquierda y una cuadra a la derecha muchas
veces mientras ensayo mi ruta diagonal. A veces me cuestiono escribir sé que
lees pero a cuando veo una perspectiva panorámica, llego a la conclusión que es
porque te digo que leas, pocas veces hay un sentimiento genuino de querer saber
más lo que me hace concluir que las historias no son interesantes y obviamente
no tienes interés de saber que esta pasando por aquí. Siento que remo y que
empujo por todos lados buscando lo querido y me sabe a artificial, eso me
frustra lo que entra en contradicción por que escribo para mí, pero al mismo
tiempo quisiera que se difunda más, cuando estoy a punto de renegar recibo algún
comentario acerca de mi último post y todo se cae. Todo queda atrás y siento
que todo tiene algo de sentido.
Casi llegue a mi destino está al frente de donde
empezó la vida de mi hermano, a ese sitio voy seguido y cuando voy tengo como
costumbre entrar a la panadería de siempre y comer una empanada, mi ropa esta
mojada superficialmente pero a tiempo estoy listo para entrar caminando rápido
y despacio sin agitarse, mientras estoy sentado a punto de empezar la reunión
tomo conciencia de la distancia recorrida y lo bien que me siento. El hecho que
me leas y más aún el sentido que tengas de darte el tiempo de decirme que
piensas de todo lo escrito y cuál es la sensación que te nace, me da mucha
fuerza para seguir haciéndolo por eso te pido que compartas si te gusta lo que
lees y cuando puedas dejes tu comentario y si no ya sabes en donde encontrarme
que agradecido tendré todas las ganas de contar más historias, música,
pensamientos y crónicas. Gracias.
Me olvidaba, la letra de las canciones tiene mucho que ver con todo, siempre lo tuvo.
1 comentario:
Y en realidad uno escribe para uno, uno escribe para si mismo un texto en el que cada persona vea un algo, y se le oculte lo demás. Algo como una gran carta abierta a todos, que en realidad sea un mensaje personalizado. Uno escribe su historia, que en realidad irá pensada en alguna persona o no, y quizás quien lea se sienta protagonista, pero usted no lo sepa jamás.
Publicar un comentario