Hace poco, reconocí algo de mí en
otro ser, vi determinación y después obsesión, lejos de querer alejarme quise
orientar toda esa energía para otro lado, con conocimiento de causa cuando el
objetivo esta tan cerca no te deja ver más allá de solo un punto en la
distancia, quizá sea bueno en parte, porque todas las ganas van a ese punto,
pero es bueno ver siempre el panorama las cosas están ocurriendo y las
situaciones pasando, la visión del universo que nos rodea me la dio la edad y
eso es que a veces no la aplico, pero inclusive para resolver un problema te
ayuda a ver diferentes caminos, para alguien que dice ser directo debo de decir
que no siempre la línea recta te lleva a un resultado deseado. Ciertamente es
en ese estado en donde uno es más vulnerable por el afán de lograr algo surge
la pregunta filosófica de que tanto se podría sacrificar para lograr algo y eso
lo veo muy seguido a veces el costo es tan alto que cuando se logra lo deseado
el sabor es agridulce quedando todo el camino recorrido vacío y doloroso.
Esta semana estuve preparando mi
estrategia de salida de una situación en la que no veía solución pacifica más allá
de discusiones acidas y directas, pero en un momento de claridad empecé a ver
las similitudes con eventos que empezaba a reconocer y una a una se iban
cumpliendo los pasos de la típica obsesión, entonces recordé que alguien me tendió
la mano cuando estuve metido en un lio similar y si bien necio como siempre eh
sido, no lo pude ver hasta muy avanzada la novela, en mi auto concebida mesiánica
diligencia me dije esta vez puede ser diferente y a veces no es diferente, esa
es la verdad, veo los patrones en todos lados y eso me aburre, puedo quedarme
observando como el barco se hunde y lo divertido que es decirle en su cara te
lo dije así que estire la mano y no pasó nada, porque en ese momento uno esta
tan convencido de que está haciendo lo correcto que nada ni nadie pueden decir
lo contrario y eso es muy malo.
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