Había una vez un gato atigrado. El gato murió un millón de veces y renació otro millón de veces, tuvo varios dueños pero no quería a ninguno. El gato no le temía a la muerte. Un día el gato fue liberado, era un gato callejero. Él conoció a una gata blanca y los dos gatos vivieron felices juntos. Los años pasaron y la gata se murió de vieja. El gato lloró un millón de veces y después murió. No volvió a revivir..tienes la bienvenida a una parte de mi vida.

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martes, 15 de octubre de 2019

Entre semana 2


Continuación de la historia, parte 2,  notese el caos y la necedad.

Estuve andando dos días seguidos cruzando Lima mientras caminaba cosa que después me traería un sarcástico dolor en el pie por pasarme demasiado bien de un lado a otro, empecé a tener muchas ideas en estos días tengo muchas ideas tantas que al menos un par estaban buenas y es cierto que para estas dos últimas crónicas había varios borradores, estaba escribiendo mucho no demasiado, pero estaba pasando por un momento de creación no sé si sea de creatividad entre muchas de esas historias que ahora leo me reconozco como siempre, me encuentro en ese impulso primario de hacer un cruce de drama con cólera que imagino a resultado algo parecido a la frustración antes era peor si revisas historias pasadas no me contenía y explosionaba peleándome con todos con el mundo y principalmente conmigo mismo y así paso mucho tiempo. También era mi forma de terminar todo, siempre fui el que comenzó y termino todo siempre me agrado eso, pero era cierto que hubo veces que no fue tan necesario ser tan cortante con algunas cosas, pero me tomo mucho tiempo entenderlo, mucho ahora no podría describir qué situaciones en específico, pero ten por seguro que lejos de arrepentirme lo que puedo hacer es no volver a repetir algo parecido.

Hace poco tuve toda la responsabilidad por arruinar una posibilidad lejana, pero posibilidad, escribí mucho sobre eso era cierto que el costo emocional era alto y también lo difícil que se venía y mantener el vínculo no duraría mucho, muchas diferencias y trapeadas de piso que no auguraban mucha armonía a largo plazo, sin embargo me convencí que en la siguiente oportunidad no repetiría lo mismo, algo que es bien difícil de hacer porque creo que es natural  volver a repetir ciclos que a veces no llevan a nada.

Entonces como diría la canción y en el momento en que vi que ya no podía perder nada más diseñe un plan de salida, a diferencia de otras veces sería tan delicado y con una conclusión abierta, el principio es básico pondría el peso de la decisión en ella, sabiendo varios detalles previos, primero me encargue de dejar todo bien claro pero inclusive aun habían algún tipo de dudas, pero ya no podía ponerlo más claro, segundo si me buscaba era porque algún tipo de intención había cosa que no era saludable porque así me aseguraba que no lo haría ya que si por algún momento pensaba lo contrario mi reacción seria la obvia no dejarla ir, tercero hasta ahí todo bien porque no necesite discutir ni pelear y se cumplía mis ganas de cerrar de alguna manera una etapa sin necesidad de pelear.

El plan era infalible pero el primer día luego de empezar el efecto del hechizo, en la noche ocurrió lo no planeado, para ese momento ya había comprado unos chocolates y me pase todo el día explicando porque la vida es así conmigo con D, a quien agradezco que me escuchara todas mis pataletas. Y por un momento creció la esperanza cuando todo siguió normal, fue justo en ese momento en que me quedé sin piso, mis instrumentos de medición fallaban por todos lados y no supe que hacer, sin embargo, al día siguiente todo volvió a la normalidad, imagino que fue el resultado de una conversación donde la realidad estaba muy presente y fue así que todo empezó a volver a lo planeado y normal.

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