Me toca cambiar las cuerdas de la guitarra que mas uso, pero ahora están como nunca antes no tengo que hacer mucho esfuerzo para estirarlas cuando es necesario en medio de una canción y la mayoría de las técnicas que implican el esfuerzo de las mismas ahora fluyen increíblemente bien, es una combinación en que las manos se volvieron un poco más fuertes en relación a la práctica, pero también tienen que ver con que la cuerdas ya deben estar en el limite de su vida útil si bien son mas sensibles al mismo tiempo pierden algo de brillo; el brillo es un concepto interesante que tiene que ver con la cantidad de vibración que tiene la cuerda y que no es otra cosa que el sonido que genera, el cual se va perdiendo con el tiempo por el uso.
En este momento te preguntaras que tiene que ver todo esto con la historia, sigue leyendo ahora te explico. Hace poco tuve ese momento en que nuevamente reconocí que ya no me cuesta mucho aprender canciones ya pasaron casi seis años desde que empecé a tocar y hace poco llegue a contabilizar algo de seiscientas horas netas de hacer música, no tenia conciencia de eso hasta que llegue a esa meta, luego de eso deje de tocar casi una semana y rápidamente mis dedos se volvieron sensibles.
Cuando retome fue como volver a vivir, lo extrañaba tome sentido lo mucho que me siento bien tocando la guitarra y lo mucho que aprendo de nueva música, bandas, composición y todo el universo que representa un instrumento musical, pero nada de eso fue de un día a otro tomo años y aun así siento que aun sigo aprendiendo y aun falta mucho por aprender pero la memoria muscular y la madera se reconocen entre si y hay una afinidad sí quieres llamarla mística entre seres vivos que comparten vibraciones y sonidos que pueden darse como naturales pero que tienen vínculos especiales.
Por eso para alcanzar algo siempre se necesita esfuerzo y después de tiempo se encuentran los resultados de ello, es como cocinar algo a fuego lento despacio y con paciencia, también vehemencia teniendo mucho cuidado de todo, además hay que querer y amar lo que uno hace, quizá eso es el mejor combustible para hacer todo.
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