Había una vez un gato atigrado. El gato murió un millón de veces y renació otro millón de veces, tuvo varios dueños pero no quería a ninguno. El gato no le temía a la muerte. Un día el gato fue liberado, era un gato callejero. Él conoció a una gata blanca y los dos gatos vivieron felices juntos. Los años pasaron y la gata se murió de vieja. El gato lloró un millón de veces y después murió. No volvió a revivir..tienes la bienvenida a una parte de mi vida.

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viernes, 31 de julio de 2020

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Cuando pensé que me había puesto al día me encontré con un dilema de forma de ver la vida que pensé que había superado pero nuevamente se disparo cuando me cuestione acerca de si existe realmente el destino o todo es aleatorio, fue a consecuencia de una película pero en realidad ya venía hace rato debido a supuestas charlas profundas que no tenían tana da de charlas y tampoco nada de profundas pero si algo había rescatado de eso era este pensamiento que estaba durmiendo ahí guardado.

Fue un día, después de haber terminado mis actividades diarias y me puse a pensar en eso y en primera instancia estaban estas dos posturas por un lado esta el lado realista en donde nada existía nada que no se produzca en el momento, sin planes, sin destino solo pasar el tiempo como consecuencia de eso podrías plantear las cosas sin títulos solo serle fiel a los impulsos de las ganas que transitaban en el momento sin nada que te ate más allá de solo seguir viviendo sin atadura alguna. Por otro lado está la posición del destino predestinado desde el nacimiento a encontrar a alguien quizá no había una seguridad de cuándo podría aparecer al inicio o al final pero había algo al final lo que valía mucho la pena que se apoyaba en recorrer el camino de crecimiento personal, podría pasar toda una vida pero siempre había algo, obviamente si se producía antes era todo un triunfo aun en esta posición si bien todo estaba escrito aun las variables estaban el aire que podían alterar el camino pero que al final llegaban a un punto.


Entonces por mucho tiempo estuve del lado del destino, años pasaron así pensando que todo tenía un plan maestro, inclusive escribí sobre ese tema aquí, pero luego me convencí que no eran las cosas así que más allá de buscar algo no había mucho que hacer solo existir y ya sin complicación alguna y me sirvió por mucho tiempo me acomodé a eso. En ambos casos siempre había detalles que no me cuadraban y usaba algunas cosas de la otra postura para llenar los espacios que aparecían en mi forma de ver las cosas y así fue por mucho tiempo.

Finalmente percibí que quizá es una combinación de ambas posturas, es cierto que con el pasar del tiempo alguna postura se acomoda más, pero luego deja de servir y se cambia a otra. Nuevamente aparece la importancia de estar equilibrio con uno mismo, de hecho, si bien es cierto ahora veo las cosas como algo mucho mas real siempre hay un poco de ilusión que esta caminando alrededor de mi ser.

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