Había una vez un gato atigrado. El gato murió un millón de veces y renació otro millón de veces, tuvo varios dueños pero no quería a ninguno. El gato no le temía a la muerte. Un día el gato fue liberado, era un gato callejero. Él conoció a una gata blanca y los dos gatos vivieron felices juntos. Los años pasaron y la gata se murió de vieja. El gato lloró un millón de veces y después murió. No volvió a revivir..tienes la bienvenida a una parte de mi vida.

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domingo, 1 de agosto de 2021

Vayanse

 

A veces me levanto y me sorprende tener las cosas tan claras, quizá la primera reflexión es que eso no vino de gratis, tuvieron que pasar muchas cosas para llegar a este punto, quizá por eso me siento con la seguridad de hacer muchas cosas por el mismo hecho que varias de esas cosas ya las viví y ya las aprendí, con el tiempo puedo entender que todo esté bajo control incluyendo el riesgo de que todo pase de una forma impredecible. También es cierto que es algo muy particular que quizá funcione de forma diferente para otras personas, pero un buen inicio es saber que es lo que uno quiere y como se hará para lograr eso, teniendo en cuenta que es un objetivo claro y concreto.

Esto me paso últimamente tan seguido que puedo tener la certeza de tomar decisiones dentro de lo esperado, al mismo tiempo puedo reconocer cuando los demás tienen sus objetivos claros y cuando no, esta idea va de la mano con algo que había compartido en la crónica anterior, la de dejar un sueño por otro, en un momento solo es cuestión de ver por donde van las cosas y acelerar, poner el freno o cambiar de camino según sea el cao y las circunstancias se presenten.


 

Por un lado descubrí que por ahora estoy tranquilo siendo una pequeña parte de una gran unidad pero tengo claro que eso es solo temporal, también volví a revalorar la posibilidad de encontrar una voz y escuchar nuevas historias, sueños y experiencias cuando me dijeron que era una renovación de energía no le tome mucha atención y tampoco mucha importancia, pero de un tiempo a esta parte debo reconocer que puede cambiar todo la energía de un día pesado, quizá es que había dado por sentado que una acción tan natural era realmente tan importante y valorarlo como tal, ciertamente hay momentos que me siento mas social que otros días y por ahora estoy bien así.

Para terminar, de una u otra manera me encontré con una segunda oportunidad para devolver un favor de hace un par de años, pero esta vez tenia todas las ventajas claras, por eso cuando veo esa inestabilidad mezclada con egoísmo me da ternura y solo me siento a esperar con que nueva idea saldrá, teniendo claro que solo será pasajero pero la diferencia es que jugare la carta de liberación de conciencia, porque en el fondo es devolver al prójimo una mano que en un momento me fue entregada y ahora planeo hacer lo mismo, pero sin ninguna otra intención de solo ser un espectador de alguien que aún se sigue buscando.

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