Hace tiempo relate una historia de una pareja que
viajaba para empezar una nueva vida, la historia termino mal con una separación,
mientras uno continuo su viaje de, imagino yo, crecimiento la otra parte se quedó
a continuar con su vida; mientras me sentaba a reflexionar sobre los hechos que
ocurrieron para que todo termine así llegue a varias conclusiones que quizá están
demás ser escritas aquí porque mencionaría muchos hubiera y eso una vez las
cosas hechas, están demás, quizá quien sabe en el futuro, que nada está dicho, quizá
los caminos se vuelven a cruzar pero inclusive para dejar esa alternativa
abierta hay que tener un poco de tino; lo que pienso es muy pronto para decirlo
pero quien sabe quizá.
De la autopsia que me llevo a esto, puedo rescatar
algo que hace también mucho tiempo atrás escribí la fábula de la puerta, a
veces uno hace algo tan serio que queda como un rastro de un clavo en la madera
de una puerta, la puerta seguirá abriendo y cerrando pero si te fijas, aun
rellenes el espacio que dejo el clavo, siempre quedara una marca de algo, y eso
a veces es difícil remontarlo, obviamente también pasaron otras cosas más, pero
estuve en ese punto que pasas la línea de no retorno, al principio, la primera
vez fue tan duro que me tomo un buen tiempo entender que no volvería a ser lo
mismo, ni yo ni la relación ni nada; pasadas las experiencias, algunas prematuras
y otras muy largas empecé a acostumbrarme a solo dejarlo y vivir con eso, lo
malo es que uno nunca ve esa línea o quizá si la ve pero piensa que las
consecuencias serán tales que no volverá a ser lo mismo y no lo será porque
nada es lo mismo, porque el tiempo pasa y la gente cambia.
Pero si estuve ahí, muchas veces para darme cuenta
tarde y solo seguir mi camino cargue los recuerdos, cargue un poco de demonios,
un poco de resignación, un poco de hielo y ya. Y aun con toda esa armadura
encima que a veces no me deja ver las cosas claras y como deberían ser, hay
momentos en que desearía que las cosas no hubiesen pasado así, pero pasaron y
ya. Quizá un poco la enseñanza es que aun cuando las cosas están muy mal, pero
mal que ya no queda nada es bueno saber cerrar un ciclo, lo digo porque a veces
en lugar de quedar digno termine muchas veces por el piso replanteándome mi
existencia, analizando lo que dije, cuestionándome mi forma de ser y sabes que,
un día lo deje de hacer o lo hago solo con la gente que mi importa que son
pocas y algunas pasajeras. Solo diré que lo más importante en la vida, siempre
tiene que ser lo más importante que suena a engaño pero tiene mucho significado.
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